miércoles, 15 de agosto de 2012

¿Cuántas rutinas de ejercicios empezaste y no terminaste?

¿Acaso eres como el 99% de las personas que poseen buenas intenciones de empezar con un programa de acondicionamiento físico, lo realizas por unos días, o si cuentas con mucho entusiasmo lo intentas por unas cuantas semanas o algo parecido, luego algo se atraviesa en tu camino y vuelves al mismo punto donde habías comenzado?

Todo empieza solamente con la ausencia de una correcta rutina de ejercicios. Por ejemplo, cada vez que llueve y dices: “Mira el clima, no creo que me convenga salir si está lloviendo”, o cuando llegas agoviad@ del trabajo y piensas: “tengo que descansar y relajarme esta noche, estoy un poco agoviad@”. ¿Te parecen conocidas estos pensamientos? Bueno, como te dije anteriormente, la culpa no es solamente tuya.

A tu cerebro le gusta la consistencia y la comodidad y no le es tan fácil acostumbrarse a los cambios. La mejor forma  de comenzar un programa de acondicionamiento físico con rutinas de ejercicios es ir haciendo las cosas con calma y tratar de engañar a nuestro cerebro pacientemente moldeando la rutina diaria durante un par de semanas. De esta manera estarás engañando tu cerebro de forma gradual.

Con el tiempo tú has creado hábitos diarios que el cerebro debe realizar, de tal manera que él ya sabe tus normas, horarios y lo que debes hacer, sin importar lo que se te presente. Si condicionas tu cerebro, con el tiempo descubrirás que será más difícil NO hacer tus rutinas de ejercicios que hacerlas.

Cuántas rutinas de ejercicios empezaste y no terminasteSi es el gimnasio donde te apetece hacer tus rutinas de ejercicios, entonces debes comenzar por elegir un horario e ir una vez a la semana. Todas las semanas tiene que ser el mismo día y la misma hora. Esersiórate de ir, así te sientas un muy agotad@ o indispuest@, incluso, si al llegar al gimnasio no te apetece hacer ejercicio, no lo hagas. Sé que esto parece ser un poco difícil, pero causará que tu cerebro se acostumbre al saber que tienes que ir al gimnasio a una hora y en un día en particular.

El paso siguiente es incrementar esta rutina a dos veces a la semana y de nuevo el objetivo de este ejercicio es acostumbrar tu cerebro al hecho de cuándo es que tú necesitas hacer tus rutinas de ejercicios. De esta forma irás desarrollando un hábito muy fuerte.

La meta de todo esto es conseguir un hábito. Lleva a cabo lo anterior, sin importar que no tengas ganas de hacer ejercicio, lo crucial aquí es entrar en el hábito de destinar un horario específico para hacer tus rutinas de ejercicios. Con el tiempo, te condicionarás a ti mism@ y a tu mente a reconocer el hecho de que el ejercicio es imprescindible en tu vida y si no lo haces, te sentirás extrañ@.

Te darás cuenta de cómo el ejercicio puede llegar a convertirse en una parte muy importante de tu vida y acostumbrándote a que te fascina el ejercicio y que es necesario en tu vida, llegarás a tener el cuerpo que toda tu vida has querido.

“El hábito es la clave”

Forma un hábito de hacer ejercicio como te expliqué anteriormente y no habrá quien logre detenerte o interrumpa tus horarios destinados a llevar a cabo tus rutinas de gimnasio.